domingo, 16 de marzo de 2014

La gruta de venus

La gruta de Venus es la majestuosidad, de una imaginación, desmesurada.

Entre los jardines, del castillo de Linderhof, se encuentra este maravilloso decorado, sacado de la percepción de Luis II en referencia a una de las operas de su amado maestro Richard Wagner, Tannháuser.
En concreto, en el primer acto de esta, donde Venus convive con ninfas, sirenas, hayades, sátiros y un enamorado Tannhäuser.

La gruta data de 1875, completamente diseñada según el proyecto concebido por Luis II, sobre esta opera.


Su entrada aunque un tanto tenebrosa, descrito por muchos, nos lleva a adentrarnos en otro mundo, un mundo romántico y de sueños.

Sus paredes recubiertas por guirnaldas de flores, frescos, estalactitas y estalagmitas, forjadas de hierro y recubiertas de cemento, es una genialidad, dando una sensación de realidad.

Adornando las paredes, al pie del lago se encuentra escenificado a Venus en sus joviales días con Tannhäuser, una escenografía difícil de conservar, por lo que esta recubierta con cera, lo que a ayudado, a  que aun podamos disfrutar de esta preciosidad.

Antiguamente la gruta, estaba dotada de una cascada, con un sistema de iluminación, bastante novedoso para la época, cambiando de color a su paso. Actualmente la iluminación se conserva.

Su barcaza en forma de concha, adornada con flores y cupido.
Una atracción, donde el rey navegaba sobre el lago artificial, rodeado de cisnes, y de melodía de fondo, las composiciones del maestro Richard Wagner. 

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